1. Empezamos Preparando las albóndigas. Hidrataremos primero la soja en agua o caldo. Os recomiendo hidratarla en caldo para que queden más gustosas. Hidrataremos la soja durante una hora, utilizando el mismo volumen de caldo que de soja. Pasada la hora, escurrimos la soja y la colocamos en un cuenco. Le añadimos el ajo picado, el perejil y la pimienta y mezclamos. Si usáis caldo es posible que no sea necesario añadir sal a las albóndigas, ya que muchas veces los caldos ya añaden la sal necesaria.