Todo sobre cocina

El cerdo es uno de los animales más populares y culinariamente más completos de la dieta occidental. De él no se desperdicia nada. Se consume fresco en numerosas y apetitosas preparaciones, que incluyen desde las partes comunes a cualquier otro animal hasta su cola, orejas, morro, pies, corteza, asaduras, etc. También, convenientemente tratado, se transforma en una larga serie de fiambres y embutidos; se aprovechan su grasa o manteca, su tocino, su panceta, su sangre, sus tripas, etc. Asimismo, una de las grandes joyas de la cocina ibérica es el cochinillo asado, uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía, en la que hay y han habido grandes maestros.
Nada se pierde, todo se transforma. Una vez sacrificado el cerdo, se le practica una serie de cortes para los más diversos fines. Junto a los propios para el consumo de carne fresca, las chuletas, el solomillo y el lomo, se realizan los grasos y los destinados a la salazón o a la carnicería.